BRUNO, GIORDANO
Alguien ha sido quemado en el 1600. Se sospecha que sus ideas cosmológicas irritaron a la Iglesia. Tal es la cómoda autopsia que subsiste hasta hoy. Pero cabe sospechar que hubiera sido quemado dos siglos más tarde en nuevos tribunales, con otra ciencia, o cuatro siglos después, quién sabe. Giordano Bruno esparce pensamientos que incendian por sí mismos en todo tiempo. "De la Magia" (1588) funciona como una especie de confirmación práctica de una intuición primera que había recorrido toda su obra ?vida-: "la continuidad espiritual del universo. Ejemplo de Bruno: Se cuenta que un instrumento en piel de cordero, puesto en presencia de un tambor en piel de lobo, pierde su sonoridad (...): es que el espíritu que está en la piel del animal muerto es capaz de vencer y de someter al otro, en tanto que participa de la antipatía y del deseo de dominación que habitaban en los animales vivos". Ante el ceño fruncido, la carcajada. ¿No es verdad?, ¿qué importa la verdad?, ¿o a quién le importa? Solo se trata de mentiras más o menos verosímiles. Acota Giordano: "No he verificado yo mismo si lo que se dice es exacto: pe