BLACKBURN, ROBIN
Prefacio a la edición castellana. Crónica de un desastre
Introducción. La necesidad de un nuevo colectivismo
I. El nuevo curso de la vida: su forma y sus costes
II. El Estado de bienestar dividido y el río del tiempo
III. El fracaso comercial y corporativo
IV. El tenebroso mundo del capital gris
V. Los límites de la reforma y el activismo accionarial
VI. La necesidad de unas pensiones públicas fuertes
VII. Cómo financiar pensiones dignas y domeñar a las corporaciones
Epílogo. Viviendo en presencia de nuestro propio futuro
APÉNDICE
Un plan de pensiones global
La crisis de las hipotecas subprime
En este ensayo Robin Blackburn realiza un crítico examen sobre la crisis fiscal y la corrupción empresarial de una sociedad en proceso de envejecimiento. Los acontecimientos de los últimos años (la burbuja de los fondos de inversión de EEUU, el sube y baja de los mercados de valores, y una cadena de grandes escándalos empresariales, de Enron a Parmalat) han hecho que se esfumen miles de millones de dólares de los ahorros de los trabajadores a ambos lados del Atlántico, revelando la incapacidad de la industria de servicios financieros a la hora de desempeñar su papel como custodio de los ahorros y los fondos de pensiones. Así mismo, también pone de manifiesto la ausencia de responsabilidad en el corazón de lo que Blackburn denomina el «capitalismo gris», término que alude a las turbias prácticas y a la falta de transparencia en el mundo financiero y corporativo. El autor explica por qué los intentos de cubrir el coste del envejecimiento de la sociedad a través de una proliferación de productos financieros están condenados al fracaso y tienen una serie de desafortunados efectos secundarios. De hecho, la llamada ingeniería financiera ha permitido a las empresas escapar de los impuestos, al tiempo que favorece que un nuevo tipo de ejecutivo acumule absurdas fortunas a expensas de los accionistas y empleados. Pero, en este análisis, Blackburn no se limita a exponer los problemas. también platea soluciones al identificar nuevas fuentes de financiación de pensiones (sobre todo la manera de garantizar que las empresas hagan una contribución real) y esboza lo que podría ser un nuevo régimen progresivo de fondos de pensiones, que abarque a todos los ciudadanos y en el que no se pueda diluir ni eludir la responsabilidad.