HEZ / HECTOR HEZ
«Los libros de La Felguera son para gente que se cree inteligente. Este es el primero para los que reconocen ser imbéciles» (Hez). Hez, que durante una década de caos y punk ha puesto en circulación uno de los fanzines más disparatados y salvajes de este país, es uno de nuestros mejores artistas del tebeo subterráneo, además de guitarrista y cantante de la banda Sudor. Alguien debió pararlo a su debido tiempo, pero felizmente ya es tarde. Amigo Blas es brillante, el hermano díscolo y taleguero de Hermano Lobo ?del que es un orgulloso heredero? y La Codorniz, Luis Carandell y su Celtiberia show en su peor día, Gómez de la Serna convertido en golfillo y espadista, algo así como aquella antigua definición del surrealismo sobre bajar a la calle armado y, sin motivo alguno, ponerse a disparar a la multitud.Con Hez, qué duda cabe, te ríes mucho y, a veces, esa misma risa es una mueca de espanto un tanto avergonzada por el motivo del despiporre: las viñetas que te dispones a disfrutar son brutalmente incorrectas. Las escenas que refleja, nos gusten o no, son la propias de la condición humana, como si aquello que realmente piensa tanta gente saliera a la superficie sin freno alguno. Estos también son nuestros disparates goyescos. Porque somos así. España es de este calibre, un país esperpéntico y violento, muy hipócrita y dado a la doble moral. Miguel Mihura, un maestro de todo esto, ya dijo que «el humor verdadero no se propone enseñar o corregir [?] Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mismos, nos marchemos de puntillas unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante [?] y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no conocíamos». Amén.Así que ¡bajad a las cloacas!, echad un vistazo al extraño lugar donde Hez lleva partiéndose la caja durante una década de gloria y lodazal. Porque el futuro es de los viejos y la tontería nos hará libres. Porque somos mierda, estamos hechos de mierda y, tarde o temprano, en mierda nos convertiremos. Amigo Blas es orgullosamente estúpido. La bendita estupidez, y no la «razón» genocida, nos salvará.