CABALLERO. FRANCISCO / LARRAURI, MAITE
Hasta el siglo xx, la filosofía no pudo contar con la existencia de lectoras. En la actualidad, la educación universal ha puesto a las mujeres en pie de igualdad para acceder a todos los contenidos culturales. También, claro está, a los textos filosóficos. Apropiarse de una cultura significa convertirse en sujetos capaces de juicio. Cuando la libertad de las mujeres irrumpe en el territorio de la filosofía, ¿qué pasa? ¿Pasa algo específico, más allá de la denuncia de los argumentos misóginos?